Todas las empresas presentan riesgos y están expuestas a ellos a lo largo de su vida en el mercado, siendo en cierta forma un desequilibrio para la empresa, los riesgos pueden ser tomados como positivos o negativos.
Por tal motivo hay que tener claro la definición del riesgo según el entorno en que se desarrolla la empresa, con el fin de saber actuar y aprovechar de mejor manera cuando este se presente.
Por otra parte, identificar y diferenciar los riesgos, conociendo a que clase pertenece, resulta una forma de control más adecuada para que estos puedan ser analizados, aprovechados, reducidos, mitigados y/o eliminados siempre teniendo en cuenta el cumplimiento de metas y objetivos que tiene la organización.
Definiciones relevantes
Para que una empresa tenga éxito y, por ende, una buena posición en el mercado, debe existir un control adecuado y eficaz de la misma, ya que, a través de esto, se puede identificar los riesgos a ser tratados, para ello es importante una correcta administración de los riesgos que se han identificado, por tanto, la Superintendencia de Bancos y Seguros define a la administración de riesgos como:
“Es el proceso mediante el cual las instituciones del sistema financiero identifican, miden, controlan / mitigan y monitorean los riesgos inherentes al negocio, con el objeto de definir el perfil de riesgo, el grado de exposición que la institución está dispuesta a asumir en el desarrollo del negocio y los mecanismos de cobertura, para proteger los recursos propios y de terceros que se encuentran bajo su control y administración.” (SBS, De la Gestión y Administración de riesgos, 2004, pág. 560)
Según Bravo (2012), establece que el riesgo “es una medida de variabilidad de los eventuales resultados que se puede esperar de un suceso… Se considera riesgo a todo lo que puede hacer que el resultado sea inferior a las expectativas” (p. 18). Entonces, el riesgo es una situación incierta con impacto a la organización, afectando el cumplimiento de los objetivos o metas propuestas.
Sin embargo, debemos tener claro que no todo riesgo llega a ser completamente negativo o una amenaza, ya que existe otra percepción del riesgo, a la cual llamamos oportunidad, es si, son los hechos que se presentan, y cambian la situación de las personas otorgándoles bienestar y maximizando sus resultados.
Tipos de riesgos
En cuanto a los riesgos posibles que afectan a la empresa se encuentran clasificados en:
Riesgo de Entorno. – son aquellos factores externos como por ejemplo cambios legales, crisis económica, eventos políticos, etc.; este tipo de riesgo puede ser evaluado con el diamante de Porter o el análisis PESTAL.
Riesgo estratégico. – son aquellos que tienen que ver con la estrategia del negocio como son los competidores, el mercado, ejecución de programas, etc.; puede ser evaluado por el análisis de industria de Porter o métodos que permitan el desarrollo de las competencias.
Riesgo de asignación de recursos. – son aquellos que ocurren al momento de la toma de decisiones, evaluación o captura de información, puede ser evaluado con herramientas como flujos de caja, análisis cualitativo, arboles de decisión, etc.
Riesgos operacionales. – son aquellos que se llevan a cabo durante la ejecución de actividades, conformado por oportunidades y obstáculos, para su manejo se pueden aplicar planes de contingencia, fortalecer los mecanismos de control, implementar un sistema de gestión, etc. (Bravo, 2012)
De acuerdo la Guía de Administración de Riesgos (2011), tomaremos las siguientes clases de riesgo:
- Riesgo de Imagen. – son aquellos direccionados a la imagen que tienen los consumidores o clientes hacia la empresa u organización.
- Riesgo Financieros. – son aquellos riesgos que comprenden lo que es el presupuesto, estados financieros, manejo de bienes, etc., encargándose del manejo de los mismos.
- Riesgo de Cumplimiento. – son aquellos que se refieren al carácter legal, público y al compromiso con la comunidad y la capacidad de la empresa para cumplirlos.
- Riesgo de Tecnología. – son aquellos relacionados a la capacidad tecnológica que posee la empresa y si con todo el equipo tecnológico, se satisfacen las necesidades.
Conclusiones
El entorno en el que se desarrolla la empresa es de gran importancia debido a la generación de riesgos que se llevan a cabo, por ello el administrar los riesgos conociendo su definición y a que clase pertenecen, hace más fácil el análisis, tratamiento mitigación o eliminación de los mismos.
Se debe considerar de aprovechar riesgos que no representen incertidumbre, ya que se puede actuar con ellos de forma positiva y beneficiosa para la empresa.
Un control eficiente de los riesgos lleva a una toma de decisiones acertadas para mejora de la empresa, además de hacer posible el cumplimiento de los objetivos o metas empresariales, optimizando recursos y evitando que los riesgos lleguen a ser causa del fracaso de la misma.
Fuente: www.funcionpublica.gov.co, www.superbancos.gob.ec